miércoles, 17 de abril de 2013

Continuaremos #Boston


Hoy no he podido contener las lágrimas cada vez que veía noticias sobre el atentado del Maratón de Boston.

Hace dos años estuve de viaje allí e hice esta foto en la línea de meta, que está pintada de forma permanente en una de las avenidas principales de la ciudad.


Yo no creo en los superhéroes de los comics.
De pequeño no leí comics, solo Asterix y Obélix.
Con los años me he cruzado con muchos superhéroes, pero de carne y hueso, en mi vida. Personas que tienen un trabajo y una vida familiar pero consiguen entrenar y acabar pruebas que para la mayoría de personas son imposibles.

A algunos los considero mis amigos y les conocéis.
Las más destacable es Isabel Fernández (Campeona olímpica) pero igual de admirabl, o más, son las vidas de Fernando, Pasqui, Pez, Javi, Fede, Jaime...

Para mi el maratón tiene algo más; algo que engrandece a los corredores.
Para mi todo el que cruza la línea de meta de un maratón es un superhéroe.

Para mi, un superhéroe se inscribe en una prueba en la que está seguro que no va a ganar nada.
Para mi, un superhéroe entrena con la incertidumbre de no saber si será capaz de recorrer esos 42 kilómetros.
Para mi, un superhéroe trabaja, madruga, sacrifica su tiempo libre, cambia su dieta durante meses, solo por una ilusión.
Para mi un superhéroe es el que cruza una meta que él mismo puso como algo imposible.

Pero además, creo que para un hijo, su padre es un superhéroe desde el primer kilómetro solo por verlo  correr en un maratón.

Atentar contra un maratón y los maratonianos es de las peores vilezas que podría imaginar.
Saber que una de las víctimas ha sido un niño que esperaba a su padre en la línea de meta me parece de las noticias más tristes que podría imaginar.

Algunos corredores han vuelto a salir hoy con los dorsales a correr por las calles de Boston y me ha parecido un homenaje muy emocionante. He buscado una frase que leí en el libro de Scott Jurek "Eat and Run" (y os recomiendo): "...en ese momento de la carrera en que sientes que todo es imposible, en que seguir adelante parece una estupidez y en que un pequeño acto de bondad, dar otro paso, beber un trago de agua te pueden hacer darte cuenta de que nada es inútil y que continuar -sobre todo cuando continuar parece absurdo- es lo que más significado tiene en el mundo".


Como todos los atentados, este es otro acto sin sentido.
No conseguirá nada. 
Seguiremos corriendo. 
Continuaremos corriendo maratones.
Continurá habiendo superhéroes.

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