sábado, 29 de septiembre de 2018

Mi noveno maratón, el maratón BMW Berlin 2018



“Esto es una carrera de fondo”.
Qué rabia me da escuchar esto cuando alguien lo dice para animarte y tú sabes que él no ha corrido ni cuando se le escapa el autobús. A veces pienso “sabrá este tipo lo que es correr 4 días a la semana y hacer más de 60 km semanales corriendo? ¿sabrá lo que es tener las piernas como si te hubiera pasado un camión por encima y seguir corriendo?”

Porque las carreras de fondo son un auténtico infierno; entrenas un montón, sacrificas gran parte de tu vida (o lo que es peor, de tu tiempo libre), te preparas como puedes sabiendo que luego pueda pasar cualquier cosa. Pero eso si, tienen algo que engancha y te hace volver. De hecho, siempre digo que no conozco a nadie que solo haya una media maratón… y llevo haciendo carreras más de 15 años.

El maratón es para mi la prueba estrella del atletismo. Y más concretamente el maratón de Berlín, es como el Vaticano de las carreras. Dicen que el de Boston es igual o más… habrá que ir.

Volver al maratón de Berlín por segundo año consecutivo era un tren que no podría dejar pasar. La única pega es que hay que entrenarlo en verano y eso es muy duro en Alicante. De hecho, yo no creo que vuelva a entrenar un maratón en verano porque se me ha hecho demasiado duro. Yo le pongo ganas e ilusión pero llevo mal el calor y la sensación (o la realidad) no dejar de sudar nunca.

Una foto del día anterior a la carrera: ambientazo en la puerta de Brandermburgo, km 42 del maratón!

Pero un maratón, es un viaje fantástico. Yo recomiendo a todo el mundo que se lo plantee; que busque una fecha para correr y entrenar y que organice su vida para entrenar y vivir el camino fascinante que te hace llegar a la línea de salida convencido de que vas a acabar esos 42,195 km. De verdad que creo que cualquiera que se lo proponga y lo prepare lo puede hacer. 

Unos días antes del maratón de Berlín Kiphohge, que a la postre ganó la prueba con un nuevo record del mundo, publicó un video en Instagram con unas imágenes muy chulas corriendo que acaba con una única frase “solo los disciplinados son libres”. Me encanta todo lo que publica este fuera de serie porque siempre transmite paz y tranquilidad pero, además, no podría estar más de acuerdo con el lema del vídeo. Además, él ganó este año de nuevo y, además, marcó un nuevo record del mundo!


Este verano he entrenado con ganas e ilusión y he tenido mi recompensa.
Fui capaz de correr a una media de 4:32 min/km. Mi objetivo era correr a 4:30 así que estoy super satisfecho.

Me quedo con el recuerdo de la emoción antes de la salida. El ambiente festivo y las caras de ilusión de la gente. Una organización fantástica que hace que los 40 y pico mil participantes se sientan en el paraíso del corredor: voluntarios, música, cabinas de aseo, carteles… ni una pega.

No os voy a aburrir con una crónica kilómetro a kilómetro.
Me planté el maratón como siempre he pensado que hay que afrontarlo: 3 partes de 14 km. Corrí la primera muy a gusto, saboreando el ambiente y viendo que podía mantener el ritmo pensado bien. Recordaba algunas partes del año pasado y me hizo ilusión estar en la carrera de nuevo.

En el segundo tramo me sorprendí a mi mismo por lo bien que me encontraba. Al llegar al km 28 recordé exactamente el punto en el que el año pasado había pensado “se acabó… estoy fundido”. Es una curva a la derecha, con un seto en medio que separa el carril contrario y que luego tiene unos tramos en pendiente hacia arriba. Pero esta vez me encontraba bastante bien y solo pensaba “esta vez no!”.



La tercera parte sabía que iba a ser donde tendría que pelear. Es lo que toca.
En algunos kilómetros perdí 10 o 12 segundos, pero no me agobié porque el año anterior había perdido entre 50 y 65 segundos en esta parte. De hecho en algunos tramos seguí yendo a buen ritmo. Realmente lo pasé mal entre el 35 y el 39 en que me encontré realmente fundido, pero no perdí más de 20 segundos en cada km. Además, estaba convencido de que me quedaba algo de fuerza (y ganas) para un último empujón, pero tenía que calcularlo bien.

Al llegar al km 39 decidí apostar todo por el todo.No fui especialmente rápido pero, al menos, volví a mi ritmo de 4:32 min/km. Cuando llegas casi 3h corriendo no es tan fácil volver a apretar pero sabía que podía hacerlo; o al menos, intentarlo. Recordaba con horror esos km del año anterior en los que no podía ir más rápido de 5:30 min/km pero esta vez los estaba haciendo con unas ganas y una ilusión enormes.

Me quito la visera ya pensando en las fotos. No puedo dejar de sonreir.



Esto es lo que yo quería: acabar feliz por estar corriendo bien.
Dos o tres giros y pam!!! La puerta de Brandemburgo, esto se acaba!!



No miro más el reloj e intento ir todo lo rápido que puedo sin saber a cuánto es. No puedo parar de sonreír de alegría. Es el km 42, estoy cruzando la puerta de Brandemburgo con las piernas hechas migas pero corriendo a todo lo que puedo. Esto es el maratón.

Esto es para mi correr.
Esto no es el running de moda.
Esto es un maratón.
Correr sin parar al límite de tus fuerzas y luchas hasta los 195 metros después de los 42 km de antes.
Correr y correr.



Estoy tan contento que se me hace cortísimo el tramo final y cruzo la meta loco de alegría. 
Abrazo a los que acabamos de llegar y pienso que me gustaría llorar de alegría pero es que solo quiero aplaudir y chillar. De hecho, abrazo también a la voluntaria que me pone la medalla de finisher.


Ando un poco y tengo ganas de chillar de alegría y satisfacción.
Echo de menos a Wipi que estuvo ahí el año pasado.
Se nota un ambiente festivo especial y en seguida oigo por la megafonía que Kiphohge ha hecho récord del mundo. La gente aplaude y silba, como si hubiésemos sido parte de ese récord. Además, los voluntarios han escrito con rotuladores en las cajas "Nuevo Record del Mundo 2:10:39".

Pregunto a unos voluntarios donde dan los ponchos. - "A la derecha".
- ¿Y la cerveza?. A la izquierda.
Voy a la izquierda



Voy a la izquierda y me tomo dos pintas de la cerveza sin alcohol que dan, que me sabe a gloria. Me siento un rato y no puedo parar de sonreír. Me duele todo del ombligo para abajo y me doy cuenta de que volver a levantarme e ir al hotel va ser una aventura.



Estoy muy contento.
Pero tengo dos horas hasta embarcar en el avión de vuelta. 
Así que me pongo a andar y llamo a Wipi de camino al hotel. 
El paseo de 10 minutos de la ida me cuesta más de 30 a la vuelta.
Ducha, mucha agua y taxi al aeropuerto...


Estoy muy agradecido a todos los que me habéis apoyado para llegar hasta esta meta (y a esas 2 pintas de cerveza). Al mirar el móvil y vi que desde BMW Movil Begar habían estado haciendo el seguimiento de mi carrera y poniéndolo en Instagram. Me halaga tanto que me siento raro, casi avergonzado. Sé que estos seguimientos son muy buenos, yo mismo lo he hecho muchas veces cuando mis amigos hacen un maratón o un ironman… y me emociono imaginándolos dándolo todo. Yo mismo pienso muchas veces mientras hago las carreras “tienen que ver que estoy bien y que sigo en carrera”.

Como hago siempre, no voy a poner nombres de agradecimiento en concreto para no dejarme a nadie. Gracias a todos los que habéis acompañado en la preparación y la carrera y habéis creído en mi. Sí que voy a dar las gracias especial y explícitamente a BMW Móvil Begar por haberme inscrito en esta carrera. Todo el equipo de Marketing me han hecho sentir como un profesional y, al mismo tiempo, un amigo. Siempre digo que soy un tipo con suerte porque estoy rodeado de gente fantástica, mucho más de lo que soy capaz de percibir.

Sigo pensando que un maratón es un reto personal y deportivo especial. Creo que cualquiera que se lo proponga puede cruzar la meta de un maratón; eso si, pocos lo pueden hacer por debajo de las 3horas! Si os gusta correr, preparad y haced un maratón. No os arrepentiréis. Recuerdo con cariño los 9 maratones que he hecho y este último (por ahora) se me quedará grabado por todo el apoyo de BMW Móvil Begar y los seguidores de instagram. Además, dos compañeras del hospital (Carolina y Mónica) también acabaron muy bien, así que hemos marcado cierto "hito" en el hospital: 3 finishers en la carrera que se hizo nuevo récord del mundo!

La vida es un maratón, no un sprint.
El maratón es vida.

Gracias por vuestro apoyo.
Seguimos la marcha, que ya tenemos planes para 2019....



sábado, 8 de septiembre de 2018

Entrenar el maratón de Berlín por segunda vez

Este año no tenía nada claro que carreras quería hacer pero la invitación de BMW Móvil Begar para conseguirme un dorsal para el maratón de Berlín me aclaró las dudas rápidamente.
Tengo tan buen recuerdo de esta prueba que no podía decir que no; aunque lo pasé fatal en el carrera porque pinché en el km 32 y también recordaba lo duro que fue preparar esta carrera el verano pasado pero sabía que no podía decir que no.

Sin embargo, este año me lo estoy tomando con otra filosofía. Creo que estoy haciendo dos cosas de forma diferente: 1) al tener vacaciones en Agosto (la primera vez en años!) estoy pudiendo entrenar un pelín más tarde y desayunar algo antes de los días que toca hacer series; 2) he intentado mejorar  mi técnica de carrera con ejercicios específicos y centrándome en hacer las salidas largas siempre con el pulso por debajo de los 150 lpm.


Entrenar en verano un maratón es duro; lo mires por donde lo mires, es duro.
El año pasado hice prácticamente todos los entrenamientos a las 5:15 am y los días que me tocaban series lo pasé fatal así que muchos días acabé entrenando fatal. Este año me he seguido levantando igual de pronto pero siempre desayuno algo antes de las series; además, he calentado siempre un poco así que estoy cumpliendo mucho mejor con las series. Además, esto me ha dado mucho ánimo para ir notando los frutos del entrenamiento y poder correr fuerte los días que toca.



El segundo aspecto también creo que es clave.
Siempre he hecho ejercicios de técnica de carrera pero esta vez me lo estoy tomando más en serio y combinándolos con sesiones de fuerza. He hecho casi todas las semanas dos entrenamientos solo de fortalecimiento centrado sobretodo en los pies.  Siempre he tenido claro que “las carreras se corren los pies” y lo tenido muy en cuenta tanto para la técnica de carrera, como eligiendo zapatillas o cuidando bien la piel. Además, me he tomado muy en serio lo de controlar la frecuencia cardiaca en las salidas largas y estoy notando que aunque haga entrenamientos tan largos como de 28 o 32 km acabo mucho menos cansado que si fuera al ritmo de trote que “me pide el cuerpo”. De verdad que esto es crítico para el entrenamiento de largas distancias y si conseguimos hacer salidas largas con la frecuencia baja pero a ritmos decentes hacemos el verdadero entrenamiento muscular y metabólico de fondo.


Lo cierto que me siento fuerte.
Me siento fuerte física y mentalmente.
Esto es lo más importante para mi con vistas a una carrera: sentir que me planto en la línea de salida con buenas vibraciones. Después ya puede pasar lo que sea porque hay muchos factores que pueden ser determinantes, pero yo me planto ahí con una sonrisa y a tope de confianza en mi mismo.

Igual que el verano pasado, he hecho una pasada de kilómetros. Concretamente 270 km corriendo en Agosto!!!

El último fin de semana de Agosto estuve en Munich, en el congreso europeo de Cardiología. No me hacía nada de ilusión irme a un congreso en medio de mis vacaciones pero tenía cosas importantes que presentar. Eso sí, me apetecía mucho correr por allí e ir al antiguo estadio olímpico. Mi hotel resultó estar relativamente cerca del estadio y aunque me perdí varias veces y di mucha vuelta, conseguí llegar. Me decepcionó un poco por fuera porque está medio cubierto por unas lonas y, además, había que pagar entrada. Suerte que siempre llevo algún billete encima cuando corro en el extranjero por si tengo que coger un taxi o lo que pueda pasar. Total que pagué la entrada y me encantó ver el estadio. Pero lo mejor fue que mientras intentaba hacerme una foto un tipo como-un-armario-ropero me preguntó en inglés si quería que me hiciera él la foto y, obviamente, le dije que si. Unas buenas fotos para el recuerdo:


Al devolverme el móvil el armario-ropero va y me dice. “Yo competí aquí en los Juegos Olímpicos del 72”…. Me quedé de piedra y le dije “¿los del 72?”.
En seguida me contestó que sí, el año de los atentados terroristas. Me estuvo contando que él estaba en el edificio 6 y allí no hubo ningún incidente pero pasó mucho miedo. Yo no sabía qué decir aunque se me estaban ocurriendo mil preguntas a la vez, así que le pregunté de dónde era y lo que se me iba ocurriendo. Me dijo que era de Rumanía, que compitió en el Decathlon y quedó en el puesto 16. Hablamos un poco más y él se fue con su mujer. Yo estaba sudado como un pollo y me di cuenta de que me estaba enfriando así que salí del estadio y seguí corriendo por el parque sin parar de pensar en la fantástica casualidad que acaba de vivir. Por la noche busqué en la Wikipedia los resultados de aquellos juegos olímpicos y efectivamente en el puesto 16 estaba un rumano llamado Radu Gavrilas. Mirad:

Esta pequeña-gran historia me emociona. También me ha hecho pensar, una vez más, en la cantidad de personas fantásticas con las que nos debemos cruzamos cada día sin darnos cuenta. Esa persona con la que te casi chocas al girar la esquina, en la entrada de un supermercado, al que aguantas la puerta de cualquier establecimiento …

Ahora queda solo una semana.
El plan es entrenar mucho menos y descansar para llegar fresco al gran día.
Haré entrenamientos más cortos pero con ritmos altos... y a seguir sudando!


En estos meses he escuchado bastante música.
Como novedad o descubrimiento me han gustado mucho los Sheepdogs, que me recomendó mi hermano Nacho (una vez más).

Y también me ha dado por volver a escuchar a Led Zeppelin. Se me hace difícil elegir una canción porque tienen tantas canciones buenísimas....



sábado, 4 de agosto de 2018

Del agua al alfalto; y Tabarca-Santa Pola 2018


Cierro una parte intensa y chula de la temporada con la Travesía Tabarca- Santa Pola y me pongo a tope con la preparación del maratón de Berlín.
Me gusta mucho compaginar la natación con correr.
Empecé a nada en Octubre de 2012; había sido un año intenso con el proyecto solidario de 12MM, el maratón del Aneto en Verano y Botamarges en Septiembre. Decidí parar un poco y apuntarme a clases de natación para "desintoxicarme" un poco de correr. En solo un par de meses estaba enganchadísimo a nadar y me di cuenta de que tenía "la misma enfermedad con distintos síntomas". En Febrero de 2013 mis amigos de cole Javi y Fede me engañaron para que me inscribiera en el sorteo de la Travesía de Tabarca-Santa Pola y me tocó! Me marqué esta travesía como un reto personal y en Julio la acabé con una sensación de satisfacción inolvidable (crónica aquí). Desde entonces no he dejado de nadar, con temporadas de más o de menos, pero si que tengo claro que me encanta.

En la natación he encontrado el complemento perfecto para correr que además me relaja mucho y da muchos ratos de buenas sensaciones.

En estos meses he nadado sobretodo en la piscina del Arena para coincidir con mi cuñati.
Lo mejor del Arena es que el agua está fría y da gusto en esta época del.

También he nadado muchas veces en el Stadio
Lo mejor del Stadio: creo que es la piscina más rápida y a medio día casi nunca hay gente.

Desde Abril nadé alguna vez en la urbanización Tobago
Lo mejor de Tobago es que tiene casi 50 metros y luego me pego un buen desayuno en casa de mis padres.

Desde  Junio he nadado alguna vez en Montemar.
Lo que me gusta de esta piscina es que sea de 50 metros y al aire libre.



En estos meses he tenido mis altibajos, pero en general me he encontrado muy bien.
Me gusta mucho nadar. Me relaja y me cansa. Me gustan las sensaciones durante y después de nadar.

En la preparación hice la Oceanman de Tabarca, de 6000 metros con mi cuñado. Una travesía muy recomendable que consiste en dar la vuelta a Tabarca.




Y la travesía de la Cantera, de 4000 metros.

En las dos me encontré bien y me vinieron muy bien como preparación.
Además, hice algunos de los entrenamientos más duros de mi vida, como 4000 metros sin parar en una piscina de 25 metros u otros de 4100....



El día de la travesía Tabarca-Santa Pola disfruté mucho.
La organización es muy buena.
Eso si, es una prueba dura.
Me desperté a las 4:40 para desayunar y estar a las 5:20 en el coche.
A las 6 am estábamos en Santa Pola.
Cogimos la documentación y subimos en la última Tabarquera, la de las 6:40.
Durante el trayecto a Tabarca ya no dijeron que íbamos a tener el tiempo  justo para llegar a la salida y poco más para que nos fuésemos preparando. Y así fue! En el barco nos quedamos solo con el bañador y las chanclas, nos pusimos un poco de vaselina y empezamos a estirar un poco... porque al llegar Tabarca dejamos la bolsa y nos tocó correr hacia la salida; allí estuvimos ni 5 minutos y dieron la salida!!! Lo cierto es que el mar se vía muy calmado y parecía que el día iba a ser bueno.

A mi costó como 5 o 6 minutos llegar al agua y empezar a nadar porque estábamos de los últimos. Abracé a mi cuñati, nos deseamos suerte .... y a nadar!!!

Desde el principio me encontré muy bien y no me costó coger mi ritmo, que es lo que me suele pasar otras veces. Me costó un poco encontrar un hueco para nadar tranquilo pero antes de los 500 primero metros ya iba nadando a mi ritmo y sin golpes.

No tengo malos recuerdos hasta pasado el 3km. Hasta ahí me encontré muy bien. Además, miraba mis tiempos cada vez que el reloj me avisaba cada 500 metros y veía que el ritmo era bueno. Pasé de largo el barco de avituallamiento en el km 3 y poco después hice algo raro al levantar la cabeza para buscar las boyas y tragué agua. Tosí un poco y al volver respirar volví a pegarme un buen trago de agua y me agobié un poco. Paré de nadar porque pensé que iba a vomitar pero no pasó nada. Volví a nadar y poco a poco me fui encontrando mejor. Durante un rato, que no sé cuanta distancia fue, tuve algo parecido a náuseas pero no paré más.

Poco a poco se me pasaron las náuseas y me volví a encontrar bien. Bueno, muy cansado pero bien del estómago. Cuando pasé el km 4,5 me empecé a encontrar muy cansado y con molestias en el hombro izquierdo. Sabía que ese momento podía llegar y que iba a ser clave para mi así que tenía un plan: centrarme en dar pocas brazadas pero muy largas. En realidad, consiste en nadar de forma más eficaz y mejor pero me cuesta bastante. Sea como sea, conseguí mantener el ritmo.

Sobre el km 5.5 ya veía claramente la orilla y el arco de meta. Intenté apretar un poco pero fui incapaz. Eso sí, lo intenté y acabé fundido...
Empecé a ver a gente que se ponía de pie y seguí nadando hasta que casi toqué con las manos el fondo. Entonces miré el reloj y marcaba poco menos de 2h así que intenté correr un poco pero en seguida me di cuenta de que era imposible porque me caía. Le choqué la mano a las personas que tenía al lado, nos dimos la enhorabuena y seguimos todos andando hasta el arco de meta.

Total, que entre el atasco de la salida y el de la meta me salió un tiempo final bastante más largo del que yo medí con mi reloj, pero me da igual. Este año nadé mejor, acabé más contento y mejoré mi tiempo del año pasado; así que estoy satisfecho.






Una vez me quedo con lo bueno que ha sido el entrenamiento para esta prueba. 
Que "lo mejor es el camino" no es una frase hecha, es una verdad como un piano. Entrenar, los subidones, los bajones, la continuidad, el sacrificio.... Y lo mejor compartir estos meses con mi cuñati que ha hecho dos buenas travesías este año!!


....Y ahora a por el Maratón de Berlín gracias a Movil Begar Auto!


lunes, 21 de mayo de 2018

Mas suerte y half Oceanman


Sigo con la buena suerte del año en cuanto a sorteos.
En otros aspectos de mi vida las cosas no van tan bien, pero este blog no va de eso.
Este año me ha vuelto a tocar un dorsal para la travesía Tabarca-Santa Pola y he empezado a entrenar antes que el año pasado así que estoy super animado. Lo mejor es que les ha tocado a muchos de mis amigos y especialmente a mi cuñati Luis!!! Me he sacado un bono en el Arena y he estado yendo a entrenar con él a medio día. Me parto con mi cuñati!


Y para continuar con la buena suerte, el pasado mes recibí la super buena noticia de que Movil Begar me regala un dorsal para el maratón de Berlín de 2018!!!! Al principio me quedé en shock y no sabía que decir; pero en seguida me di cuenta de que no podía decir que no.


Esta podría ser la segunda oportunidad para quitarme la espinita del año pasado y hacer el maratón que me hubiera gustado ... así que espero volver a cruzar la puerta de Brandemburgo de nuevo pero con mejor tiempo:


En estos meses he estado nadando sobretodo y haciendo buenos entrenamientos. Estoy disfrutando un montón y concentrándome en seguir mejorando la técnica. Además, he hecho algunos de los entrenamientos más largos y duros de mi vida...

El primer fin de semana me inscribí con mi compi de entrenamientos en el medio Oceanman de Tabarca. En el primer anuncio ponía que serían 5000 metros, pero luego lo anunciaban como 5800. Lo cierto es que pensamos que sería un buen entrenamiento para la travesía de Tabarca-Santa Pola y acabamos haciendo 6000 metros. La organización estuvo muy bien y es que el paraje es muy chulo. Mirad:








Es una travesía chula.
Se bordea la isla y la vas viendo todo el rato a tu derecha. Eso está bien porque se hace menos monótomo que nadar en línea recta.
Me encontré muy bien y entre el km 1 y el 4 tuve un buen rato de paz y tranquillidad. De saborear la sensación de nadar; de ver el fondo; de deslizarme por el agua.... una maravilla!!

El último kilómetro se me hizo un poco duro y noté el hombre izquierdo muy cargado. Pero acabé bien y muy contento.

Bueno, acabamos quiero decir!!!!



Ahora nos queda un poco más de 1 mes para la travesía de Tabarca-Santa Pola.
Estamos animados porque somos un equipazo!!!


Pero ya estoy empezando a pensar y planificar el maratón de Berlín que va a ser mi principal objetivo de 2018. Tengo la suerte de que mi amigo Jorge López también va a preparar un maratón para 15 días después así que va a ser un verano intenso....

Y para un verano de entrenamientos buscaré (como siempre) mucha música que me acompañe. En estos meses he disfrutado escuchando el disco del directo de Coque Malla "Irrepetible"

Me apetece mucho escuchar el disco de Duane Betts, el hijo de Dicky Bettss y guitarrista original de los Allman Brothers.


Aunque lo que más he escuchado ha sido el disco "Hittin´ the note" que los Allman Brothers grabaron hace 15 años!!! Probablemente es uno de los discos que más me han marcado y que más he escuchado. En algún momento entre Enero y Febrero me puse a escucharlo de forma repetida y creo que me va a acompañar en este camino a mi 9º maratón y 2º BMW Berlin Maratón.