sábado, 8 de septiembre de 2018

Entrenar el maratón de Berlín por segunda vez

Este año no tenía nada claro que carreras quería hacer pero la invitación de BMW Móvil Begar para conseguirme un dorsal para el maratón de Berlín me aclaró las dudas rápidamente.
Tengo tan buen recuerdo de esta prueba que no podía decir que no; aunque lo pasé fatal en el carrera porque pinché en el km 32 y también recordaba lo duro que fue preparar esta carrera el verano pasado pero sabía que no podía decir que no.

Sin embargo, este año me lo estoy tomando con otra filosofía. Creo que estoy haciendo dos cosas de forma diferente: 1) al tener vacaciones en Agosto (la primera vez en años!) estoy pudiendo entrenar un pelín más tarde y desayunar algo antes de los días que toca hacer series; 2) he intentado mejorar  mi técnica de carrera con ejercicios específicos y centrándome en hacer las salidas largas siempre con el pulso por debajo de los 150 lpm.


Entrenar en verano un maratón es duro; lo mires por donde lo mires, es duro.
El año pasado hice prácticamente todos los entrenamientos a las 5:15 am y los días que me tocaban series lo pasé fatal así que muchos días acabé entrenando fatal. Este año me he seguido levantando igual de pronto pero siempre desayuno algo antes de las series; además, he calentado siempre un poco así que estoy cumpliendo mucho mejor con las series. Además, esto me ha dado mucho ánimo para ir notando los frutos del entrenamiento y poder correr fuerte los días que toca.



El segundo aspecto también creo que es clave.
Siempre he hecho ejercicios de técnica de carrera pero esta vez me lo estoy tomando más en serio y combinándolos con sesiones de fuerza. He hecho casi todas las semanas dos entrenamientos solo de fortalecimiento centrado sobretodo en los pies.  Siempre he tenido claro que “las carreras se corren los pies” y lo tenido muy en cuenta tanto para la técnica de carrera, como eligiendo zapatillas o cuidando bien la piel. Además, me he tomado muy en serio lo de controlar la frecuencia cardiaca en las salidas largas y estoy notando que aunque haga entrenamientos tan largos como de 28 o 32 km acabo mucho menos cansado que si fuera al ritmo de trote que “me pide el cuerpo”. De verdad que esto es crítico para el entrenamiento de largas distancias y si conseguimos hacer salidas largas con la frecuencia baja pero a ritmos decentes hacemos el verdadero entrenamiento muscular y metabólico de fondo.


Lo cierto que me siento fuerte.
Me siento fuerte física y mentalmente.
Esto es lo más importante para mi con vistas a una carrera: sentir que me planto en la línea de salida con buenas vibraciones. Después ya puede pasar lo que sea porque hay muchos factores que pueden ser determinantes, pero yo me planto ahí con una sonrisa y a tope de confianza en mi mismo.

Igual que el verano pasado, he hecho una pasada de kilómetros. Concretamente 270 km corriendo en Agosto!!!

El último fin de semana de Agosto estuve en Munich, en el congreso europeo de Cardiología. No me hacía nada de ilusión irme a un congreso en medio de mis vacaciones pero tenía cosas importantes que presentar. Eso sí, me apetecía mucho correr por allí e ir al antiguo estadio olímpico. Mi hotel resultó estar relativamente cerca del estadio y aunque me perdí varias veces y di mucha vuelta, conseguí llegar. Me decepcionó un poco por fuera porque está medio cubierto por unas lonas y, además, había que pagar entrada. Suerte que siempre llevo algún billete encima cuando corro en el extranjero por si tengo que coger un taxi o lo que pueda pasar. Total que pagué la entrada y me encantó ver el estadio. Pero lo mejor fue que mientras intentaba hacerme una foto un tipo como-un-armario-ropero me preguntó en inglés si quería que me hiciera él la foto y, obviamente, le dije que si. Unas buenas fotos para el recuerdo:


Al devolverme el móvil el armario-ropero va y me dice. “Yo competí aquí en los Juegos Olímpicos del 72”…. Me quedé de piedra y le dije “¿los del 72?”.
En seguida me contestó que sí, el año de los atentados terroristas. Me estuvo contando que él estaba en el edificio 6 y allí no hubo ningún incidente pero pasó mucho miedo. Yo no sabía qué decir aunque se me estaban ocurriendo mil preguntas a la vez, así que le pregunté de dónde era y lo que se me iba ocurriendo. Me dijo que era de Rumanía, que compitió en el Decathlon y quedó en el puesto 16. Hablamos un poco más y él se fue con su mujer. Yo estaba sudado como un pollo y me di cuenta de que me estaba enfriando así que salí del estadio y seguí corriendo por el parque sin parar de pensar en la fantástica casualidad que acaba de vivir. Por la noche busqué en la Wikipedia los resultados de aquellos juegos olímpicos y efectivamente en el puesto 16 estaba un rumano llamado Radu Gavrilas. Mirad:

Esta pequeña-gran historia me emociona. También me ha hecho pensar, una vez más, en la cantidad de personas fantásticas con las que nos debemos cruzamos cada día sin darnos cuenta. Esa persona con la que te casi chocas al girar la esquina, en la entrada de un supermercado, al que aguantas la puerta de cualquier establecimiento …

Ahora queda solo una semana.
El plan es entrenar mucho menos y descansar para llegar fresco al gran día.
Haré entrenamientos más cortos pero con ritmos altos... y a seguir sudando!


En estos meses he escuchado bastante música.
Como novedad o descubrimiento me han gustado mucho los Sheepdogs, que me recomendó mi hermano Nacho (una vez más).

Y también me ha dado por volver a escuchar a Led Zeppelin. Se me hace difícil elegir una canción porque tienen tantas canciones buenísimas....



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