“Esto es una carrera de fondo”.
Qué rabia me da escuchar esto cuando alguien lo dice para animarte
y tú sabes que él no ha corrido ni cuando se le escapa el autobús. A veces
pienso “sabrá este tipo lo que es correr 4 días a la semana y hacer más de 60 km semanales corriendo? ¿sabrá lo que es tener las piernas como si te hubiera pasado
un camión por encima y seguir corriendo?”
Porque las carreras de fondo son un auténtico infierno; entrenas
un montón, sacrificas gran parte de tu vida (o lo que es peor, de tu tiempo
libre), te preparas como puedes sabiendo que luego pueda pasar cualquier cosa.
Pero eso si, tienen algo que engancha y te hace volver. De hecho, siempre digo que
no conozco a nadie que solo haya una media maratón… y llevo haciendo carreras
más de 15 años.
El maratón es para mi la prueba estrella del atletismo. Y más
concretamente el maratón de Berlín, es como el Vaticano de las carreras. Dicen que
el de Boston es igual o más… habrá que ir.
Volver al maratón de Berlín por segundo año consecutivo era un
tren que no podría dejar pasar. La única pega es que hay que entrenarlo en
verano y eso es muy duro en Alicante. De hecho, yo no creo que vuelva a
entrenar un maratón en verano porque se me ha hecho demasiado duro. Yo le pongo
ganas e ilusión pero llevo mal el calor y la sensación (o la realidad) no dejar
de sudar nunca.
Una foto del día anterior a la carrera: ambientazo en la puerta de Brandermburgo, km 42 del maratón!
Una foto del día anterior a la carrera: ambientazo en la puerta de Brandermburgo, km 42 del maratón!
Pero un maratón, es un viaje fantástico. Yo recomiendo a todo el
mundo que se lo plantee; que busque una fecha para correr y entrenar y que
organice su vida para entrenar y vivir el camino fascinante que te hace llegar
a la línea de salida convencido de que vas a acabar esos 42,195 km. De verdad
que creo que cualquiera que se lo proponga y lo prepare lo puede hacer.
Unos días antes del maratón de Berlín Kiphohge, que a la postre ganó la prueba con un nuevo record del mundo, publicó un video en Instagram con unas imágenes muy chulas corriendo que acaba con una única frase “solo los disciplinados son libres”. Me encanta todo lo que publica este fuera de serie porque siempre transmite paz y tranquilidad pero, además, no podría estar más de acuerdo con el lema del vídeo. Además, él ganó este año de nuevo y, además, marcó un nuevo record del mundo!
Unos días antes del maratón de Berlín Kiphohge, que a la postre ganó la prueba con un nuevo record del mundo, publicó un video en Instagram con unas imágenes muy chulas corriendo que acaba con una única frase “solo los disciplinados son libres”. Me encanta todo lo que publica este fuera de serie porque siempre transmite paz y tranquilidad pero, además, no podría estar más de acuerdo con el lema del vídeo. Además, él ganó este año de nuevo y, además, marcó un nuevo record del mundo!
Este verano he entrenado con ganas e ilusión y he tenido mi
recompensa.
Fui capaz de correr a una media de 4:32 min/km. Mi objetivo era
correr a 4:30 así que estoy super satisfecho.
Me quedo con el recuerdo de la emoción antes de la salida. El
ambiente festivo y las caras de ilusión de la gente. Una organización
fantástica que hace que los 40 y pico mil participantes se sientan en el
paraíso del corredor: voluntarios, música, cabinas de aseo, carteles… ni una
pega.
No os voy a aburrir con una crónica kilómetro a kilómetro.
Me planté el maratón como siempre he pensado que hay que
afrontarlo: 3 partes de 14 km. Corrí la primera muy a gusto, saboreando el
ambiente y viendo que podía mantener el ritmo pensado bien. Recordaba algunas
partes del año pasado y me hizo ilusión estar en la carrera de nuevo.
En el segundo tramo me sorprendí a mi mismo por lo bien que me
encontraba. Al llegar al km 28 recordé exactamente el punto en el que el año
pasado había pensado “se acabó… estoy fundido”. Es una curva a la derecha, con
un seto en medio que separa el carril contrario y que luego tiene unos tramos
en pendiente hacia arriba. Pero esta vez me encontraba bastante bien y solo
pensaba “esta vez no!”.
La tercera parte sabía que iba a ser donde tendría que pelear. Es
lo que toca.
En algunos kilómetros perdí 10 o 12 segundos, pero no me agobié
porque el año anterior había perdido entre 50 y 65 segundos en esta parte. De hecho en
algunos tramos seguí yendo a buen ritmo. Realmente lo pasé mal entre el 35 y el
39 en que me encontré realmente fundido, pero no perdí más de 20 segundos en
cada km. Además, estaba convencido de que me quedaba algo de fuerza (y ganas) para un último empujón, pero tenía que calcularlo bien.
Al llegar al km 39 decidí apostar todo por el todo.No fui
especialmente rápido pero, al menos, volví a mi ritmo de 4:32 min/km. Cuando
llegas casi 3h corriendo no es tan fácil volver a apretar pero sabía que podía
hacerlo; o al menos, intentarlo. Recordaba con horror esos km del año anterior
en los que no podía ir más rápido de 5:30 min/km pero esta vez los estaba
haciendo con unas ganas y una ilusión enormes.
Esto es lo que yo quería: acabar feliz por estar corriendo bien.
Dos o tres giros y pam!!! La puerta de Brandemburgo, esto se
acaba!!
No miro más el reloj e intento ir todo lo rápido que puedo sin
saber a cuánto es. No puedo parar de
sonreír de alegría. Es el km 42, estoy cruzando la puerta de Brandemburgo con
las piernas hechas migas pero corriendo a todo lo que puedo. Esto es el maratón.
Esto es para mi correr.
Esto no es el running de moda.
Esto es un maratón.
Correr sin parar al límite de tus fuerzas y luchas hasta los 195 metros después de los 42 km de antes.
Correr y correr.
Correr sin parar al límite de tus fuerzas y luchas hasta los 195 metros después de los 42 km de antes.
Correr y correr.
Estoy tan contento que se me hace cortísimo el tramo final y cruzo
la meta loco de alegría.
Abrazo a los que acabamos de llegar y pienso que me gustaría llorar de alegría pero es que solo quiero aplaudir y chillar. De hecho, abrazo también a la voluntaria que me pone la medalla de finisher.
Abrazo a los que acabamos de llegar y pienso que me gustaría llorar de alegría pero es que solo quiero aplaudir y chillar. De hecho, abrazo también a la voluntaria que me pone la medalla de finisher.
Ando un poco y tengo ganas de chillar de alegría y satisfacción.
Echo de menos a Wipi que estuvo ahí el año pasado.
Se nota un ambiente festivo especial y en seguida oigo por la megafonía que Kiphohge ha hecho récord del mundo. La gente aplaude y silba, como si hubiésemos sido parte de ese récord. Además, los voluntarios han escrito con rotuladores en las cajas "Nuevo Record del Mundo 2:10:39".
Pregunto a unos voluntarios donde dan los ponchos. - "A la derecha".
- ¿Y la cerveza?. A la izquierda.
Voy a la izquierda
Voy a la izquierda
Voy a la izquierda y me tomo dos pintas de la cerveza sin alcohol que dan, que me sabe a gloria. Me siento un rato y no puedo parar de sonreír. Me duele todo del ombligo para abajo y me doy cuenta de que volver a levantarme e ir al hotel va ser una aventura.
Estoy muy contento.
Pero tengo dos horas hasta embarcar en el avión de vuelta.
Así que me pongo a andar y llamo a Wipi de camino al hotel.
El paseo de 10 minutos de la ida me cuesta más de 30 a la vuelta.
Ducha, mucha agua y taxi al aeropuerto...
Pero tengo dos horas hasta embarcar en el avión de vuelta.
Así que me pongo a andar y llamo a Wipi de camino al hotel.
El paseo de 10 minutos de la ida me cuesta más de 30 a la vuelta.
Ducha, mucha agua y taxi al aeropuerto...
Estoy muy agradecido a todos los que me habéis apoyado para llegar
hasta esta meta (y a esas 2 pintas de cerveza). Al mirar el móvil y vi que desde
BMW Movil Begar habían estado haciendo el seguimiento de mi carrera y poniéndolo
en Instagram. Me halaga tanto que me siento raro, casi avergonzado. Sé que
estos seguimientos son muy buenos, yo mismo lo he hecho muchas veces cuando mis
amigos hacen un maratón o un ironman… y me emociono imaginándolos dándolo todo.
Yo mismo pienso muchas veces mientras hago las carreras “tienen que ver que
estoy bien y que sigo en carrera”.
Como hago siempre, no voy a poner nombres de agradecimiento en
concreto para no dejarme a nadie. Gracias a todos los que habéis
acompañado en la preparación y la carrera y habéis creído en mi. Sí que voy a
dar las gracias especial y explícitamente a BMW Móvil Begar por haberme
inscrito en esta carrera. Todo el equipo de Marketing me han hecho sentir como
un profesional y, al mismo tiempo, un amigo. Siempre digo que soy un tipo con
suerte porque estoy rodeado de gente fantástica, mucho más de lo que soy capaz
de percibir.
Sigo pensando que un maratón es un reto personal y deportivo especial. Creo que cualquiera que se lo proponga puede cruzar la meta de un maratón; eso si, pocos lo pueden hacer por debajo de las 3horas! Si os gusta correr, preparad y haced un maratón. No os arrepentiréis. Recuerdo con cariño los 9 maratones que he hecho y este último (por ahora) se me quedará grabado por todo el apoyo de BMW Móvil Begar y los seguidores de instagram. Además, dos compañeras del hospital (Carolina y Mónica) también acabaron muy bien, así que hemos marcado cierto "hito" en el hospital: 3 finishers en la carrera que se hizo nuevo récord del mundo!
La vida es un maratón, no un sprint.
El maratón es vida.
Gracias por vuestro apoyo.
Seguimos la marcha, que ya tenemos planes para 2019....
Seguimos la marcha, que ya tenemos planes para 2019....